lunes, 19 de septiembre de 2011

Estés ó No Estés

No te pienses
ausente,
lejano, ensombrecido,
ó inadvertido.
¿Qué material podría ocultar
la luz que nos has dejado?
¿Qué distancia podría sofocar
tu legado?
¿Qué cadenas te pueden apartar
de nosotros?

Vos siempre has estado acá,
nunca te fuiste,
nunca te apartaste.
Sería imposible.

¿Cómo podrías no estar?
Si acá,
aún se encienden las fogatas,
y en el calor de la llamas,
se siente un abrazo,
tan tuyo.

¿Cómo podrías no estar?
Si acá,
en las noches frías,
aún buscamos en el cielo negro,
a la luna,
inmensa,
tu amiga,
que nos recuerda
el brillo de tus ojos.

¿Cómo podrías no estar?
Si estas claro y transparente,
en la sonrisa de un niño,
esa sonrisa que tanto nos enseñaste
a buscar.

Las llamas, la luna,
y la sonrisa de un niño,
tienen una cosa en común,
padecen en exceso
de algo llamado
LIBERTAD!

Estés o no estés,
estas entre nosotros.

Industria




Pensé:
Que bueno seria enfrascar un abrazo,
ir al refrigerador,
destaparlo
y sentir el calor humano que envuelve,
oler, saborear, degustar,
amar.

Un escalofrió, frio, frio,
recorrió mi espalada,
sacudí mi cabeza,
como queriendo botar
esta idea tan absurda.

Me imagine millones de botellas,
llenándose con gran rapidez,
tristes botellas desechables.

Camiones enormes trasportaban
lo que antes era tan simple, tan humano.

Caras largas hacían cola
para comprar un poco de amor,
caras mas largas que no tenían
ni para medio abrazo.
Volví a sacudir la cabeza,
observe a mi alrededor,
como esperando
que ningún empresario de mierda
me hubiera visto soñar
tal atrocidad.

Trague profundo para olvidar.

Desde entonces,
cada vez que abrazo,
aprieto fuerte
huelo, saboreo, degusto,
amo.

Hay cosas que solo se deben disfrutar,
en el preciso instante en que suceden.


Gallo Inmóvil en la Azotea

La ciudad:
                un correr constante

un mirar saturado,
un trafico saturado,
un mall saturado
y claro
aún con mis esfuerzos
un yo saturado.

Caminar apresurado
pensar apresurado,
oler
                sentir
aún con mis esfuerzos:
                               apresurado.

Pero
¿qué pasa
si en un instante
                suelto un suspiro
relajo el paso
y me concentro
                en centrar mi centro?

 Lo mas posible
es que mire lo invisible.

Aquel detalle del que no me percataba.

Como un gallo flaco,
                pescuesudo,
que miraba al horizonte,
en una tarde nublada.

Es posible que les parezca una estupidez.

Pero no he visto otro animal
                tan orgulloso,
                tan visionario.

Estampa perfecta de ironía citadina:
en  una ciudad que se ahoga en el humo,
en la paz de haber encontrado mi centro,
 surge la imagen de
                                               la patética
y gloriosa vida,
de un gallo inmóvil en la azotea.

Humo



El humo es un va-y-ven
es hipnotizante
se desprende de lo quemable
de lo que pronto dejara de existir.

Se desliza
curvea sensualmente
y sigue su camino
a la nada.

Deja una estela fantasmal
es el suspiro del fuego,
el anhelo de las brazas
el movimiento
                               de mis ideas.