lunes, 19 de septiembre de 2011

Gallo Inmóvil en la Azotea

La ciudad:
                un correr constante

un mirar saturado,
un trafico saturado,
un mall saturado
y claro
aún con mis esfuerzos
un yo saturado.

Caminar apresurado
pensar apresurado,
oler
                sentir
aún con mis esfuerzos:
                               apresurado.

Pero
¿qué pasa
si en un instante
                suelto un suspiro
relajo el paso
y me concentro
                en centrar mi centro?

 Lo mas posible
es que mire lo invisible.

Aquel detalle del que no me percataba.

Como un gallo flaco,
                pescuesudo,
que miraba al horizonte,
en una tarde nublada.

Es posible que les parezca una estupidez.

Pero no he visto otro animal
                tan orgulloso,
                tan visionario.

Estampa perfecta de ironía citadina:
en  una ciudad que se ahoga en el humo,
en la paz de haber encontrado mi centro,
 surge la imagen de
                                               la patética
y gloriosa vida,
de un gallo inmóvil en la azotea.

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