lunes, 20 de mayo de 2013


Poco a poco
y sin querer
hemos ido llenando
aquellos rinconcitos
de innegable soledad
y con esto no quiero sonar presuntuoso
claro que estoy consiente,
aún faltan los abismos profundos
que en estos momentos parecen imposibles,
y por imposibles
prefiero no pensarlos.

Y es que en este momento
que estoy pensando en vos
he caído en cuenta que la carpeta
que almacena nuestros besos
ha ido creciendo bite por bite
y ahora es
un temible
gigante que sonríe.

Soy sincero:
asusta.
por esa razón
antes de seguirte pensando
quiero que me prometas
que no dejaras de ser
aquella tierna compañera de clases
que me lanzaba una mirada reprochadora
cada vez que llegaba tarde al curso de las siete treinta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario