Sueño
Esa tarde,
el cielo fue invadido por aviones,
que se deslizaban en los cabellos rojizos
del sol.
A la señal,
abrieron sus compuertas y soltaron
su valioso cargamento.
Eran cajas pequeñas de madera,
que se precipitaron al suelo,
lastimando el pasto verde y tierno,
dejando señales de versos y besos.
Se apresuro y abrió curiosamente una de
estas cajas,
la que le estaba destinada,
eran flores atravesadas con alfileres
que escurrían una tinta morada.
Se quito el pelo de la cara,
tomó las flores en sus manos
Y pensó
que sueño tan extraño…
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